Café del mundo

El Café del mundo es un método para crear una red viva de diálogo colaborativo en torno a cuestiones que importan al servicio del trabajo real. Los Cafés en diferentes contextos han sido denominados de muchas maneras para cumplir objetivos específicos, por ejemplo: Café Diagnóstico, Café Estratégico, etc. Las conversaciones del Café del Mundo se basan en los principios y el formato desarrollados por el Café del mundo, un movimiento global para apoyar conversaciones que importan en entornos corporativos, gubernamentales y comunitarios de todo el mundo.

El Café del mundo también es una metáfora provocadora que nos permite ver nuevas formas de marcar la diferencia en nuestras vidas y en nuestro trabajo. El poder de la conversación es tan invisible y natural que solemos pasarlo por alto. Por ejemplo, pensemos en todas las opciones de aprendizaje y acción que se producen cuando las personas pasan de una conversación a otra dentro de nuestras organizaciones y comunidades. ¿Qué pasaría si considerásemos todas estas conversaciones como un gran Café dinámico, cada una de ellas una mesa en una red más amplia de conversaciones vivas que es el proceso central para compartir nuestro conocimiento colectivo y dar forma a nuestro futuro? Una vez que seamos conscientes del poder de la conversación como proceso clave en todos los aspectos de nuestras vidas, podremos utilizarla más eficazmente en beneficio mutuo.

¿Para qué se utiliza mejor el Café del mundo?

¿Cuándo es el Café del mundo el mejor formato de reunión?

Un café del mundo funciona muy bien en muchos contextos, como el establecimiento de una dirección estratégica, la reflexión después de la acción, la visión de futuro, la consulta con las partes interesadas como parte de un proceso de elaboración de políticas o de gestión del cambio, para la moral o la creación de equipos, la planificación comunitaria, la colaboración y el aprendizaje profundo sobre temas y perspectivas.

¿Qué resultados puedo esperar de un Café del mundo?

¿Cómo funciona una reunión del Café del mundo?

Una vez que sepa lo que quiere conseguir y el tiempo de que dispone, podrá decidir el número y la duración adecuados de las rondas de conversación, el uso más eficaz de las preguntas y las formas más interesantes de conectar y cruzar ideas.

El montaje del espacio es muy importante, creamos un ambiente acogedor que, en la medida de lo posible, se asemeje al de un café donde uno se reuniría informalmente con amigos o colegas. Colocamos un par de grandes hojas de papel a modo de mantel y colocamos sobre la mesa algunos rotuladores, bolígrafos, lápices de colores y plastilina. Si es posible, también colocamos algunos dulces y una base con flores o una vela. También solemos poner música suave de fondo para crear más ambiente.

No hace falta decir que un Café del mundo requiere hospitalidad y asegurarse de que proporcionamos café/bebidas y snacks a participantes a lo largo de la actividad.

  • La reunión comienza compartiendo el propósito y el contexto de la reunión, seguido de una breve explicación de la logística del proceso y los resultados esperados antes de desvelar la primera pregunta. Cada ronda tiene una pregunta que se desvela de una en una.
  • Cuatro personas como mínimo o cinco personas como máximo se sientan en mesas tipo café o en grupos de conversación.
  • Trabajan en rondas progresivas (al menos tres) de conversación, de aproximadamente 20-30 minutos cada una.
  • Abordan cuestiones o temas que realmente importan a su vida, su trabajo o su comunidad.
  • Se invita a los participantes a escribir, garabatear y dibujar ideas clave en manteles de papel o pliegos de papel grandes en el centro de la mesa.
  • Una vez concluida la ronda inicial de conversaciones, podemos pedir a una persona que permanezca en la mesa como "anfitrión de la mesa" para la siguiente ronda, mientras los demás actúan como viajeros o "embajadores del significado". Los viajeros llevan ideas, temas y preguntas clave a sus nuevas conversaciones, mientras que el anfitrión de la mesa da la bienvenida al nuevo grupo de viajeros.
  • Al ofrecer oportunidades para que la gente se mueva en varias rondas de conversación, las ideas, las preguntas y los temas empiezan a vincularse y conectarse. Al final de la segunda o tercera ronda, todas las mesas o grupos de conversación de la sala estarán polinizados con ideas de conversaciones anteriores.
  • En la última ronda de conversación, la gente puede volver a su primera mesa para sintetizar sus descubrimientos, o puede seguir viajando a nuevas mesas.
  • Podemos utilizar la misma pregunta para una o varias rondas de conversación, o plantear preguntas diferentes en cada ronda para profundizar en la exploración.
  • Dependiendo del propósito, durante la última ronda se puede pedir a los participantes que agrupen, prioricen o identifiquen de otro modo la información clave para informar al grupo principal.
  • Después de al menos tres rondas de conversación, se inicia un periodo de intercambio de descubrimientos y percepciones en una conversación de todo el grupo. Es en estas conversaciones al estilo de las reuniones municipales donde pueden identificarse patrones, crecer el conocimiento colectivo y surgir posibilidades de acción.
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